El viñedo de donde procede Tardor, se ubica en la parte alta de la finca, sobre un suelo granítico, con producción orgánica y gran luminosidad, lo que permite su madurez total y homogénea. El entorno natural otorga protección frente a la tramontana e influye también en su delicado perfil aromático. Después de un verano seco y caluroso, pero con noches frescas, las uvas llegan a su plena madurez a finales de agosto, momento en que se cosechan ambas variedades de forma manual.
ficha técnica
· Chenin Blanc 50%
· Garnacha Blanca 50%
notas de cata
Visualmente es un vino brillante, con toques dorados y reflejo anaranjado. En nariz es sutil y elegante, con notas a frutas maduras como el albaricoque, flores silvestres de l’Empordà y especias dulces. De gran complejidad en boca, con buena acidez y un punto tánico que le da mucho carácter. Es largo, de buen volumen, con un toque yodado hacia el final.