Convento San Francisco

La historia de Bodega Convento San Francisco se remonta al año 1998, cuando fue fundada sobre los cimientos del antiguo Convento Franciscano, construido en el año 1265, en la encantadora Villa de Peñafiel, situada en la provincia de Valladolid, España.

En este entorno histórico, la bodega ha llevado a cabo una cuidadosa rehabilitación de las antiguas estancias del convento con el objetivo de adaptarlas para la elaboración de vinos de alta calidad.

Con una filosofía arraigada en la tradición, Convento San Francisco abraza el respeto por la tierra y las plantas. Mediante métodos de cultivo cuidadosos, se busca obtener el máximo potencial de las uvas. La bodega posee un viñedo propio que abarca 13 hectáreas en total. Entre ellas, destacan 2 hectáreas de viñedo muy antiguo plantado en 1920 en Fuentenebro, así como 11 hectáreas de viñedo certificado en Agricultura Ecológica en Pesquera de Duero.

La bodega siempre ha tenido presente el respeto hacia la prestigiosa región vitivinícola en la que se encuentra, la Denominación de Origen Ribera del Duero. Aquí, la variedad autóctona de uva, la Tempranillo, alcanza su máxima expresividad gracias a la diversidad de climas, suelos y ubicaciones de los viñedos.

La climatología extrema de la zona impone un desafío en cada vendimia, requiriendo que se interprete cada añada de manera única. En Bodega Convento San Francisco creen firmemente que cada año es diferente y, por lo tanto, adaptan su proceso de elaboración a las características de las uvas recolectadas, con el objetivo de que sus vinos expresen fielmente su origen.

Además de su viñedo propio, Convento San Francisco colabora estrechamente con viticultores experimentados de la D.O. Ribera del Duero. Juntos, controlan viñedos ubicados en páramos y laderas, cuyos suelos de arenas, arcillas y calcáreo aportan complejidad y equilibrio a los vinos. Estos valiosos viñedos se encuentran en los pueblos de Pedrosa del Duero, Fuentenebro, Gumiel de Izan, Quintana del Pidio y La Horra.

El resultado final son vinos honestos que reflejan con orgullo su lugar de origen, mostrando la pasión y dedicación de Bodega Convento San Francisco por la creación de vinos de alta calidad que capturan la esencia única de la Denominación de Origen Ribera del Duero.