El proyecto de La Vinya del Vuit se funda en 2001 cuando 8 amigos: Sara Pérez, René (IV) Barbier, Nuria Pérez, Ester Nin, Montse Mateos, Iban Foix, Julien Basté y Philippe Thévenon adquieren una parcela de 4,5 Ha de viñedo en semi abandono, en Gratallops y la restauran. Con ella dieron a luz a un viñedo de 70 años, Garnacha (30%) y Caranyena (70%) y juntamente con una parcela mayor (5,5 Ha) localizada en La Vilella Baixa orientada al sureste gestaron un vino con post gusto a historia.

La parcela se gestiona orgánicamente, se labra con mula, y se vinifica en Clos Mogador. Este pequeño lote (aprox. 1900/2400 bot.) es el proyecto de , que se definiría como un vino de arte por la relación que tienen con la viticultura, la historia y el packaging. Podemos ver la explicación de cada añada a través las etiquetas, que son distintas cada año. Cada socio del vuit recibe 12 botellas de cada añada. El resto se vende principalmente en Primeur por todo el mundo a los amantes del vino.

2014 fue una añada exuberante en cuanto a lluvias, veníamos de 2013, ya generoso y se empezó a sufrir por exceso. En cuanto a viticultura fue un año difícil para controlar las enfermedades fúngicas, pero la uva entró impecable en bodega. Es la primera añada que la viscosidad típica al pisar el pie de cuba se transmutó en agua. Se esperaba un año tenso, con grados alcohólicos bajos, y quizás tener que lidiar con uva poco madura. Y se recibieron pH elevados y alcoholes también elevados. Así pues, la añada fue una añada madura pero fina, elegante pero amable.
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BODEGA