ficha técnica
– Se degusta idealmente como digestivo, a temperatura ambiente, frío e incluso en granizado según el gusto.
– En un combinado, con tónica o zumo de pomelo
– En un cocktail
– En un postre, para dar sabor a un sorbete de albaricoque, un helado de vainilla o a un postre con cobertura de chocolate.
notas de cata
Su aroma intenso a albaricoque invade toda la estancia, acompañado por una suntuosa calidez en paladar. Sabor típico de albaricoque, redondo, dulce y largo en boca. Final larguísimo.