Los vinos de Petrus parecen merecer todos los superlativos que les atribuyen y la devoción casi mística de los aficionados al vino. Se trata de un vino único, el más concentrado y rico del Pomerol. Sin embargo, a pesar de su potencia, el secreto de la grandeza de Petrus reside en su remarcable equilibrio y su penetrante aroma, que lo diferencian, no sólo del resto de Pomerols sino también del resto de vinos.

Esta personalidad única se debe a la naturaleza del suelo de sus viñedos. Tanto en la superficie como en el subsuelo predomina la arcilla, al contrario de todos sus vecinos donde abunda la arena. La uva Merlot encuentra aquí su superficie ideal. Las cepas son muy viejas, gracias en parte a que el Sr. Loubat (su propietario) se negó a arrancar el viñedo después de las desastrosas heladas de 1956 y esperó con paciencia a que las cepas se recuperaran.

Jean-Cleaude Berrouet, uno de los enólogos más reconocidos del mundo se encarga de la vinificación. Cuando las mejores uvas son recogidas en las mejores condiciones con rendimientos controlados y se termina la fermentación, se impone una estricta selección de los mejores caldos que se mezclarán para conseguir el Petrus. A menudo más de la mitad del vino es rechazado, usándose en vinos genéricos menores.
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BODEGA

Tintos Burdeos