Los vinos de Petrus parecen merecer todos los superlativos que les atribuyen y la devoción casi mística de los aficionados al vino. Se trata de un vino único, el más concentrado y rico del Pomerol. Sin embargo, a pesar de su potencia, el secreto de la grandeza de Petrus reside en su remarcable equilibrio y su penetrante aroma, que lo diferencian, no sólo del resto de Pomerols sino también del resto de vinos.

Esta personalidad única se debe, en parte, a la naturaleza del suelo de sus viñedos. Tanto en la superficie como en el subsuelo predomina la arcilla, al contrario de todos sus vecinos donde abunda la arena. La uva Merlot encuentra aquí su superficie ideal. Las cepas son muy viejas, gracias en parte a que el Sr. Loubat (su propietario) se negó a arrancar el viñedo después de las desastrosas heladas de 1956 y esperó con paciencia a que las cepas se recuperaran.

A estas excepcionales viñas y terroir se sumó la mano experta de Jean-Cleaude Berrouet, uno de los enólogos más reconocidos del mundo, que se encargó de su vinificación durante 40 años hasta su retirada en 2007, cuando pasó el relevo a su hijo Olivier. Berrouet marcó un estilo firme y en ocasiones contracorriente, favoreciendo la elegancia sobre la extracción, un estilo que se ha ido imponiendo lentamente a nivel mundial y que acabo convirtiendo a Petrus en uno de los grandes vinos del mundo.
x

BODEGA

Tintos Burdeos