Château Lynch Bages, que tiene una larga historia en Burdeos toma su nombre de la zona donde se encuentra el château en Bages. El viñedo en lo que se convertiría Lynch Bages fue plantado por la familia Dejean, quines lo vendieron en 1728 a Pierre Drouillard. En 1749, Drouillard legó la propiedad a su hija, Elizabeth, la esposa de Thomas Lynch. Así es como llegó la propiedad a pertenecer a la familia Lynch, donde permaneció durante setenta y cinco años y que inspiró el nombre Lynch-Bages.

Sin embargo, no siempre se conoció con ese nombre. Durante un tiempo, los vinos se vendían bajo el nombre de Jurine Bages. De hecho, cuando la propiedad se clasificó en el 1855, los vinos se vendían bajo el nombre de Château Jurine Bages. Eso es porque el château era propiedad en su día de un comerciante de vinos suizo, Sebastien Jurine. En 1862, la propiedad fue vendida a los hermanos Cayrou que reinstauraron el nombre de la finca de Château Lynch-Bages en honor a la familia Lynch.

Lynch-Bages es hoy en día uno de los vinos más famosos de Burdeos, gracias al gran trabajo y esfuerzo de su actual propietario, Jean Michel Cazes, quien renovó completamente las instalaciones.

La reputación de Lynch-Bages como productor de vinos de primera calidad se inició en 1945 tras una serie de añadas excepcionales. Desde entonces, Lynch-Bages ha seguido produciendo excelentes vinos, incluso durante años considerados difíciles en la región de Burdeos. El color profundo del vino y su tanicidad se han convertido, en parte, en su sello de presentación.

www.jmcazes.com
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ficha técnica

Francia / Bordeaux / Pauillac
2017
Appellation Pauillac Contrôlée
Cinquième Cru
14°
75 cl.

· Cabernet Sauvignon 70%
· Merlot 24%
· Cabernet Franc 4%
· Petit Verdot 2%
30 años
9.000 cepas/ha
90 ha
Grava, piedra caliza y arena
Manual
En cubas de acero inoxidable a temperatura controlada
18 meses
Roble francés, 75% nueva
16-18°C
Corcho
Tintos Burdeos


notas de cata

Con un tono púrpura granate profundo, el Lynch Bages 2017 emerge de la copa con aromas extravagantes de grosellas negras horneadas, moras en conserva y moras, junto con sutiles notas de lavanda, chocolate amargo, anís estrellado y puros sin encender. En boca, este vino presenta una combinación elegante de clase y delicadeza, con taninos firmes y refinados, y una frescura perfectamente equilibrada. Su final es largo y fragante, dejando una impresión duradera y agradable.

puntuaciones

Robert Parker: 94

maridaje

Carnes rojas, cordero asado, caza de pluma, quesos madauros, platos de caza mayor