Durantes los años 40 a 60 del siglo XX, Latour à Pomerol fue uno uno de los Châteaux más suntuosos de Burdeos. A finales de los 60 y durante los siguientes 30 años pasó por tiempos difíciles, produciendo solo buenos vinos (en vez de grandes vinos), con la excepción del soberbio 1982. En años recientes, ha mejorado mucho y ahora se le sitúa entre los 20 mejores vinos de Pomerol. En la actualidad, se acerca más en estilo a un Trotanoy o Fleur-Pétrus que a un Pétrus, a quien se le comparaba a menudo en sus días de gloria.

El Château Latour à Pomerol puede ser majestuoso y históricamente ha sido uno de los dos o tres grandes vinos de la denominación en algunas añadas. Los 1970, 1961, 1959, 1950, 1948 y 1947, ofrecen una clara evidencia que esta propiedad puede rivalizar con los más grandes vinos de Burdeos, excepto por el 1982, nada en los últimos 30 años llega ni siquiera a acercarse a tales leyendas. Mientras que algunos observadores han argumentado que Latour à Pomerol se acerca mucho en peso y estructura a un Pétrus, no parece ser el caso hoy en día. Se trata de un vino, que aunque rico y poderoso, tiende a parecerse más a otras propiedades controladas por el grupo Moueix, tales como Trotanoy que a un Pétrus.
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