Los primeros pasos para la creación de la propiedad hoy conocida como Gruaud Larose se adjudican al caballero Joseph Stanislas Gruaud, hacia el año 1725.

Uno de sus herederos, mucho mejor conocido en los libros de historia, el magistrado Caballero de Gruaud, deja a su vez parte de la propiedad a su yerno Joseph-Sébastien de La Rose -de donde viene el complemento del nombre-. Fue La Rose quien dijo que su vino era “El Rey de los Vinos y el Vino de los Reyes”.

A lo largo de los años, y en más de una ocasión, los viñedos fueron separados y vendidos a dos o tres dueños distintos, dando lugar a dominios autónomos. Todavía a inicios del siglo XX las tierras de estos viñedos se encontraban divididas. Sarget, Faure y Verdonnet son algunos de los nombres que ya desde el pasado fueron dejando su impronta. Finalmente, en 1935, las distintas porciones fueron de nuevo vendidas para formar una sola propiedad, como se mantiene hasta el día de hoy.

El moderno Château Gruaud-Larose, ya unificado, también ha cambiado de dueño a través de sucesivas transacciones, pero la persistencia de Georges Pauli, quien ha sorteado los tiempos difíciles del Château y ha sabido aprovechar las excelentes inversiones de grupos como Alcatel-Alsthom, tiene mucho de responsabilidad en cuanto a la calidad superior de este Deuxième Grand Cru, llamado en ocasiones a

competir favorablemente con los Premiers Grands Crus de la región.
www.gruaud-larose.com
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ficha técnica

Francia / Bordeaux / Saint Julien
2018
Appellation Saint-Julien Contrôlée
Deuxième Cru
14.2°
75 cl.

· Cabernet Sauvignon 61%
· Merlot 29%
· Cabernet Franc 7%
· Petit Verdot 3%
46 años
8.500-10.000 cepas/ha
82 ha
Gravas cuaternarias del Garona
Manual
En tinas de cemento y de madera, a temperatura controlada.
18-24 meses
Roble francés, 40% nueva
16-18°C
Corcho
Tintos Burdeos


notas de cata

El vino tiene un color púrpura granate profundo y su aroma es audaz, con dominantes de cerezas negras, moras, ciruelas confitadas y grosella negra, además de notas de mentol, lilas, regaliz y clavo. También se perciben toques de hojas caídas y tierra cultivada.

En boca, el vino tiene un cuerpo medio a completo, con un núcleo tenso de fruta muscular madura, densamente compacta. Los taninos son maduros y granulados, proporcionando una estructura firme, y la frescura del vino es adecuada. El final es largo y especiado, dejando una sensación satisfactoria en el paladar.

puntuaciones

Robert Parker: 92

maridaje

Carnes rojas asadas, caza, cordero, quesos maduros, platos con hierbas y especies, carnes a la parrilla, estofados y guisos.