Château Beychevelle, Un prestigioso vino "Cru classé"  con el alma forjada por tres siglos de historia...Nunca la palabra "château", en su sentido más noble, ha sido mejor empleada que en Beychevelle.
La elegancia de la arquitectura clásica de este castillo hace de él una de las joyas del Médoc codiciada desde su creación por familias de poder que, de forma sucesiva, han marcado con su sello la vida económica, política y cultural de Burdeos y su región.

Bajo el reinado de Henri III, Beychevelle fue el feudo de los Duques de Epernon, y en particular del primer Duque: Jean-Louis Nogaret de La Valette. Gran Almirante de Francia y Gobernador de Guyana. Hombre todopoderoso, pues cuenta la leyenda que los navíos que pasaban por delante de su château tenían que arriar sus velas en señal de homenaje. De ahí el nombre de "Baisse-Voile" (Velas bajadas) que se transformó con el tiempo en "Beychevelle",

Edificado en el siglo XVII, reconstruido por el Marqués de Brassier en 1757 y ampliado por la familia Heine a finales del siglo pasado. El Château Beychevelle ha sido recientemente restaurado recobrando su esplendor original y actualmente es propiedad de la empresa japonesa Suntory y de Pierre Castel, propietario de Castel Freres, desde febrero de 2011.

www.beychevelle.com
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ficha técnica

Francia / Bordeaux / Saint Julien
2017
Appellation Saint-Julien Contrôlée
Quatrième Cru
13.4°
75 cl.

· Cabernet Sauvignon 50%
· Merlot 45%
· Petit Verdot 4%
· Cabernet Franc 1%
28 años
10.000 cepas/ha
90 ha
Gravas profundas
Manual
En cubas de cemento y de acero inoxidable, a temperatura controlada
18 meses
Roble francés, 50% nueva
16-18°C
Corcho
Tintos Burdeos


notas de cata

El vino tiene un color púrpura profundo, y al olerlo, es impresionante. La nariz explota con hermosas notas de cordial de grosella negra, pastel de mora y mermelada de arándanos, seguidas de toques de lilas, chocolate negro, cedro, sasafrás y regaliz, con sutiles aromas de té oolong, lavanda y mineral de hierro emergentes.

En boca, el vino es de cuerpo medio a completo y es un ejercicio de elegancia y matices suaves. El paladar se cubre con una capa de frutas negras y azules casi eléctricas, enmarcadas por taninos muy firmes, exquisitamente maduros y de grano fino, y una frescura perfecta. El final es épico, largo y maravillosamente perfumado.

puntuaciones

Robert Parker: 98+

maridaje

Carnes rojas asadas, cordero, caza, quesos maduros, estofados y guisos, platos con setas, platos con hierbas aromaticas.