Durante generaciones el nombre de Veá ha representado el más alto nivel en la calidad del cultivo de los olivos y en la extracción de excelentes aceites de oliva Virgen Extra. En la actualidad, sus aceites se encuentran entre los mejores del mundo.

Varios son los factores que, combinados, determinan el carácter y la calidad de un buen aceite de oliva. La variedad de la aceituna, el suelo, el clima, el cuidado en su recolección, la habilidad en la molturación y el arte del “coupage”. Pero por encima de todo ello, está el carácter del productor y su persistencia en el compromiso de seguir sus propias normas, negándose la utilización de cualquier sistema que pueda disminuir la calidad y la integridad del producto final.

El Sr. VEÁ ha introducido las técnicas de producción más novedosas, pero también ha preservado de modo riguroso los métodos tradicionales en el cultivo y la selección, combinándolos con maestría. En los cultivos de los olivares, no se utilizan los pesticidas, los insecticidas ni los fertilizantes químicos. Debido a las condiciones climatológicas, la utilización de sulfatos se reduce a una o dos veces al año. En otras zonas con un clima más suave, la utilización de sulfatos es mucho mas frecuente.

Durante la época de crecimiento, los olivos – existen casi diez mil, siendo muchos de ellos de más de quinientos años de antigüedad – son inspeccionados constantemente. Una vez maduras, se efectúa la recolección de las aceitunas sin dañar al fruto para no perjudicar la calidad del aceite. Golpes o cortes en la aceituna acelerarían el proceso de oxidación o incluso fermentación de la aceituna, con las fatales consecuencias que esto supondría para la calidad del aceite.

Todo el aceite de oliva Virgen Extra envasado bajo la marca VEÁ, procede de la primera extracción en frío y sin presión de aceitunas de la variedad “Arbequina”. Para la obtención de este aceite se utiliza el método sinolea, un sistema por el cual se extrae el aceite por goteo natural. Es una extracción parcial basada en la diferencia de tensión superficial entre el agua y el aceite. El aceite no sufre en absoluto en su extracción y mantiene mucho más las características de la aceituna ya que no se ha calentado ni emulsionado.
Este método junto a la mejor selección y cuidado de aceitunas “Arbequinas” ofrecen máxima calidad. Lérida VEÁ tiene una acidez muy baja. Es la mejor prueba de que todo el proceso ha sido realizado con el máximo cuidado posible.

La baja acidez es un factor esencial para que el aceite sea más aromático y de mejor sabor. Para la obtención de un litro de este aceite son necesarios entre diez y doce kilos de aceitunas.
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