La mujer ha revolucionado el mundo del vino
Hace ocho años, Angelo Gaja implantó en su finca de la Toscana el abono con compost orgánico. Para elaborarlo, procesaban el estiércol empleando los mejores compostadores del mundo: gusanos rojos californianos. Pero el proyecto naufragaba por falta de implicación de los empleados. Gaja tardó meses en averiguar por qué no mostraban interés: en esa zona de Italia, mandan el voto comunista y la animadversión a EE.UU.
¡Sus asalariados no soportaban trabajar con aquellos gusanos imperialistas! Para solucionarlo, Gaja invitó a sus trabajadores a una cena y les habló así: “Estoy buscando gusanos como estos en Rusia y no los encuentro; pero estos ¡son rojos!, y aunque son americanos, ¡comen mierda!”. Hacerles reír fue suficiente para que se implicasen en la tarea.
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