Château D’Armailhac

La existencia el Château d’Armailhac se remonta a finales del siglo XVII, como evidencia el registro de propiedades del 1680, el cual menciona a los hermanos Dominique y Guilhem Armailhacq como propietarios de parcelas en Pauillac. Otro registro del 1750 recoge que los descendientes han “plantado con cepas” la propiedad familiar, cubriendo entre 15 y 16 hectáreas.

A finales del siglo XVIII, la propiedad creció hasta las 52 hectáreas, pero los brokers de la época describieron el vino como “decepcionantemente ligero”. Durante todo el siglo siguiente, los propietarios de Mouton d’Armailhac trabajan incesantemente para mejorar su calidad usando diversas técnicas.

Sus esfuerzos se ven recompensados en 1831, cuando los vinos de Mouton d’Armailhac se venden por el doble de precio que los de sus prestigiosos vecinos. Pero la recompensa más grande les llega cuando reciben el estatus de “5º Cru” en la gran clasificación de 1855 – la misma que hizo Château Mouton Rothschild “Primero de los segundos”. El “primer vino”, el único autorizado para llevar el nombre del Cru, se distingue del “segundo vino”, menos sabroso y vendido para su consumo en tabernas locales.

En 1931, el joven Baron Philippe de Rothschild se convierte en accionista minoritario de la Société Anonyme du Domain de Mouton d’Armailhac, y en 1933 adquiere todas las acciones del Conde de Ferrand a cambio de una renta vitalicia. Un año más tarde, el Conde de Ferrand muere y el Baron de Rothschild se convierte en propietario de la explotación.

Inseparable del Château Mouton Rothschild, el Château Mouton d’Armailhac alberga todo el equipamiento técnico y agrícola de las dos propiedades en sus grandes edificios anexos. Del 1956 al 1988, el vino se llamó Mouton Baron Philippe y después, Mouton Baronne Philippe. Reconocido como uno “5º Cru” por su calidad, en 1989 se recuperó el nombre original de Château d’Armailhac.

La casa, un precioso pero inacabado edificio de piedra blanca donde habitaron los administradores de la finca del 1947 al 1966, está hoy en día deshabitado.

El Château d’Armailhac está rodeado por un parque majestuoso. La avenida centra, bordeada por árboles, conduce al Château Mouton Rothschild