El ron es el espíritu del Caribe. Es la conexión de un pueblo con su historia.

La historia del ron va ligada con la producción de azúcar. La demanda de azúcar por parte del mercado europeo dejó un subproducto en la melaza - la materia prima en la producción de ron. Durante los siglos XVII y XVIII, el comercio triangular de esclavos y azúcar, reunió todos los ingredientes para la producción en masa de ron, algo que tendría repercusiones duraderas en la cultura de la región y en la economía mundial.

El fuerte licor atraía principalmente a la población esclava y a los marineros y bucaneros, pero gradualmente se ganó una audiencia más amplia y apreciativa a medida que el tiempo y unos mejorados métodos de destilación lo hacían más apetecible. A finales del siglo XVII, la Royal Navy introdujo una asignación de ron por marinero y día, rebajado con agua y posteriormente con lima para evitar el escorbuto.

La conexión naval le supuso a este destilado una plataforma internacional. No pasó mucho tiempo antes de que el proceso de destilación del ron se volviera más rentable que la producción de azúcar.

Cuando se introdujo el azúcar en Santa Lucía a finales del 1700, revolucionó la sociedad local y sus efectos se pueden sentir aún hoy. El cultivo intensivo generó una gran demanda de mano de obra que fue satisfecha por el comercio de esclavos africanos, y más tarde por mano de obra india contratada, presentando lo que ahora es el principal grupo demográfico de la población de la isla y los primeros consumidores masivos de ron.

La isla de Santa Lucía tenía muchas destilerías de pequeñas de plantaciones, cuyos restos todavía se pueden encontrar en el campo. En la década de 1950, sin embargo, solo quedaban dos destilerías operativas en la isla y éstas se fusionaron en 1972 para crear Saint Lucia Distillers.

Como la producción de azúcar terminó en 1962, la materia prima, la melaza, se enviaba desde
Guyana hasta la bahía de Roseau donde el jarabe viscoso y aromático se bombeaba a tanques de almacenamiento en la destilería. En St. Lucia Distillers, retrocedieron en el tiempo y plantaron 2 hectáreas de caña, además de invertir en una instalación de trituración de caña para extraer el jugo de caña. El objetivo es expandir la plantación de caña en los próximos años.