El proyecto de La Vinya del Vuit se funda en 2001 cuando 8 amigos: Sara Pérez, René (IV) Barbier, Nuria Pérez, Ester Nin, Montse Mateos, Iban Foix, Julien Basté y Philippe Thévenon adquieren una parcela de 4,5 Ha de viñedo en semi abandono, en Gratallops y la restauran. Con ella dieron a luz a un viñedo de 70 años, Garnacha (30%) y Caranyena (70%) y juntamente con una parcela mayor (5,5 Ha) localizada en La Vilella Baixa orientada al sureste gestaron un vino con post gusto a historia.

La parcela se gestiona orgánicamente, se labra con mula, y se vinifica en Clos Mogador. Este pequeño lote (aprox. 1900/2400 bot.) es el proyecto de , que se definiría como un vino de arte por la relación que tienen con la viticultura, la historia y el packaging. Podemos ver la explicación de cada añada a través las etiquetas, que son distintas cada año. Cada socio del vuit recibe 12 botellas de cada añada. El resto se vende principalmente en Primeur por todo el mundo a los amantes del vino.

La añada 2012 siguió con la tendencia de la añada anterior. Sufrió un déficit hídrico importante que no dejó recuperar el suelo de la sequía del 2012. Aunque en primavera las pocas lluvias que tuvimos cayeron justo en el momento de floración de la garnacha, hiciendo caer la flor y por lo tanto, perjudicando la producción de esta variedad casi en un 30%. La humedad relativa, en general, no superó el 50% en todo el año y se tradujo en un desarrolló muy pobre de las plantas. Las viñas brotaron tarde con poca fuerza, sarmientos cortos con poca hoja y poca uva.... Muchas plantas murieron. Esperábamos una añada contundente, alcohólica, poderosa y muy madura pero nos sorprendió una añada sobria, elegante y muy fría... Los vinos de esta añada, en general, tienen un grado muy bueno de acidez y una buena tensión. De hecho, los vinos van de puntillas, como si de seda se tratasen, muy delicados.
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BODEGA